domingo, 15 de abril de 2012

Grupo folklorico Experimental MADERA. De San Austin para el mundo.



Orgullo de San Agustín, orgullo venezolano

El Grupo Madera nace en el año 1977, y viene a ser una síntesis de todo lo que hasta ese momento había ocurrido, en lo social, cultural y musical en la Parroquia San Agustín del Sur.
Cuantos encuentros tuvieron que producirse entre aquel músico inquieto, alegre y soñador llamado Juan Ramón Castro y sus amigos del barrio Marín de la Parroquia San Agustín del Sur, esos compañeros de toques y bohemias, para, entre todos darle forma a una idea que desde hacia rato ocupaba su mente. Había que encontrar una manera de recoger toda la experiencia musical de la parroquia y difundirla. Eran el canto, la música y el baile, materias fundamentales en cualquier expresión cotidiana, más aún cuando cada uno de ellos: Ricardo Quintero, Jesús “Chu” Quintero, Felipe Rengifo “Mandingo” y Carlos Daniel Palacios registraban en su haber la participación en un grupo, bien haya sido de gaitas o de aguinaldos, de zamba, de rock, de salsa o por lo mínimo haber sido serenatero. Como manifestar el resultado de esas “descargas callejeras”, reuniones obligadas el 1º de Enero de cada año, donde todos tenían posibilidades de cantar, tocar y bailar. Y que decir del ingrediente migratorio arraigado por muchos años en la parroquia. Personas llegadas de barlovento y del oriente del país con sus cargas de costumbres y tradiciones. Tal cual se trataban de diversas formas trasladadas del medio rural al urbano. De igual manera fue el alto índice de población procedente de Colombia y Trinidad, hoy incluso comienza a percibirse una marcada presencia de nigerianos. En esencia el objetivo consistía en recopilar y difundir las danzas, canciones, poesías y todos aquellos elementos que a través de décadas se habían acumulado en años de tradición musical en el barrio.
Al fin, cuando se logra concretar la idea, en forma entusiasta pero muy celosamente se fue extendiendo la convocatoria hacia aquellos que cumplían con un perfil para participar como integrantes. Es así como el grupo queda integrado por Juan Ramón Castro, Felipe Rengifo, Jesús “Chu” Quintero, Farides Mijares, Ricardo Quintero, Héctor Romero, Carlos Daniel Palacios, Lesvy Hernández, Ángel Silvera, Luís Orta, Alfredo Sanoja, Ricardo Orta, Miriam Orta, Nelly Ramos, Alejandrina Ramos, Nilda Ramos, Tibisay Ramos, grupo al que luego se sumo Marcela Hernández, Cecilia Becerrit, Mirna Isturiz y José Rivero. También participaron como colaboradores en el inicio, Eva Francia Martínez y Aleida Hernández.
Se da inicio al trabajo bajo un concepto empírico, la guataca individual fue el mejor aporte para comenzar. Se prepara un montaje el cual recoge buena parte de la tradición cultural del barrio Marín, con miras a lo que pudiera ser un trabajo científico. El Grupo esta listo y preparado; “Cantándole a todo el pueblo sin importar su color. Si eres blanco, si eres negro y sientes ese clamor, sólo has de vibrar ahora y compartir su dolor. Y también sus alegrías al fuerte son del tambor”. Todo estaba listo “al pie de la conga y el bongo te traigo de mi barrio la expresión”, pregonó más adelante Ricardo Quintero.
Y que nombre se pondría al grupo, la tarea estaba fácil. Había una espinita por allí pendiente que Juan Ramón debía sacarse. Que mejor manera de decirle a un reconocido director de orquesta de la época, quien se dio a la tarea de subestimar el trabajo de los músicos de la parroquia que “San Agustín si tiene MADERA” y razón por la que Ricardo Quintero se plantó para inspirarse y entonar: “Canto para que la gente sepa lo que siento, canto para que la vida tenga una razón, quiero dar un buen ejemplo a todo el que canta, nada puede impedirme dejar de cantar. Canto también al que canta a sin fin de cosas, la realidad de este mundo tienes que expresar, el canto debe ser arma de usar en la lucha, porque su canto lo escucha el que va a luchar. Cántale al pueblo sin odio y sin falsedades, llévale con tus cantares toda la verdad, dile que todos podremos lograr una vida de fe e igualdad y pensar en el mañana por la victoria final”. Con ello la respuesta estuvo dada. Primero se pensó en el nombre, como respuesta artística y luego el adjetivo en sí mismo se convertiría en el recordatorio recurrente de tal cualidad para hacer referencia a las aptitudes y actitudes de sus integrantes. Fue el ya fallecido Filarberto Guzmán “Fili” (artista plástico y escritor) quien la colocación de “Folklórica y Experimental”, por consideración a las formas como se desarrollaba el proceso de creación y producción.
Ya el reto estaba planteado, lo sucesivo requería enriquecer la propuesta, afianzar la investigación. Ensamblar la guataca con los antecedentes y soportes teórico-prácticos de las expresiones culturales en las que se basaba el trabajo artístico. No en vano llegó a señalar Alejandrina Ramos para describir al grupo Folklórica y Experimental “Madera”, que él “…era un intento de actuar y representar los valores del pueblo, sus creencias, en una forma tal que llegue a todos los rincones de la población”. Más claro no pudo interpretarlo Ricardo Quintero en el tema “Canción con todos”: “el llamado lo hago con Madera a los barrios, ghettos y favelas”. Por lo tanto, el mensaje debía ser original y bien fundamentado.

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